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Julio Castilla pronuncia un brillante discurso en conmemoración del 148 aniversario de La Línea de la Concepción

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Foto final 148 aniversario ciudadLa corporación municipal de La Línea de la Concepción ha conmemorado hoy el 148º aniversario fundacional de la ciudad con un pleno institucional al que han asistido, además de la corporación, el subdelegado de la Junta en el Campo de Gibraltar, Ángel Gavino; representantes de Policía Nacional, Policía Local y Guardia Civil, la reina de la Velada y Fiestas, Carmen Picardo y su corte de honor, el pregonero, Germán Domínguez y representantes de diversos colectivos sociales.
El discurso institucional ha sido pronunciado por Julio Castilla Dorado, designado por el Partido Andalucista. Visiblemente emocionado, su disertación ha repasado datos históricos y geográficos del municipio, así como vivencias “desde el corazón”.
Reproducimos a continuación su intervención íntegra:
“El hecho de que yo sea la persona encargada de resaltar la conmemoración del aniversario de nuestro pueblo en sus 148 años tal vez obedezca a una designación espontánea y sobre la marcha, pero sin que ello suponga una falsa modestia, tengo que reconocer ante todos ustedes mi satisfacción por poderlo realizar. También he de aclarar con toda honradez, que mi respuesta afirmativa no es fruto de que yo me considere con la preparación suficiente, para acometer esta difícil misión. Sin olvidar, mi convencimiento por las enormes dificultades que para mí iba a representar el recuerdo inolvidable de mis ocho años de los que fui miembro de esta corporación, cuando se debatieron temas muy singulares e importantes al comprender el inicio de la democracia en España, con lo que ello supuso.pleno 148 aniversario Julio Castilla
Por otra parte, no podía negarme a prestar mi modesta colaboración en este acto dedicado a La Línea, a la que siempre he querido, por la que dediqué con entusiasmo y juventud mi pobre colaboración en distintas etapas y avatares por las que hemos pasado en nuestro pueblo.
A parte de esta consideración, tengo que reconocer que siempre he deseado y defendido que la historia de nuestro querido pueblo, a lo largo de su no muy antigua existencia, tiene que ser pregonada con orgullo y satisfacción por las enormes dificultades que siempre hemos tenido que sortear. Con el único objetivo de exigir justicia para nuestro pueblo. Yo quiero que sepáis, que me encuentro a vuestra disposición, y que tengo la seguridad de contar con vuestra comprensión.
Por todo ello, mi agradecimiento más sincero para todos los que han confiado en mí. Yo deseo que todo el pueblo de La Línea de la Concepción tome hoy mi voz, y que esta conmemoración de nuestro 148 aniversario sea para nuestra Línea, sencilla y llana, en pocas palabras, para toda La Línea y para todas sus buenas gentes. Y hasta quiero declarar que no soy digno de tal honor, pero aquí estoy. 
Y ahora sintiéndome arropado como siempre, por mi familia, permitidme que dedique un entrañable recuerdo emocionado para dos mujeres que no están con nosotros y que brota de los más profundo de mi corazón, para Pilar y para Ana.
Excelentísimo Señor Alcalde-Presidente y Dignísimos Miembros de la Corporación Municipal. 
Dignísimas Autoridades y Representaciones. 
Queridos Amigos y Amigas.
Quiero dirigirme esta mañana a todos aquellos que, de alguna forma y manera, participan en los actos que, durante las fiestas de nuestra velada y conmemoración de nuestro aniversario, llevan a cabo el desarrollo y organización de todos los actos que siempre se han destacado con la satisfacción de los linenses. Y no dudo que, con seguridad, todos comprometemos nuestro buen hacer y nuestra alegría, para disfrutar y hacer grande nuestro cumpleaños y la velada, constituyendo un motivo extraordinario de felicidad y en el que participamos y nos unimos a los diferentes actos que se convocan. Como siempre, nuestro pueblo le añade su cariño y espontaneidad y nuestra manera íntima familiar. Y yo, incluso sin exagerar, diría que desde todos los puntos de nuestra geografía local, desde todas sus barriadas: La Colonia, La Atunara, Mondéjar, El Junquillo, San Felipe, San Bernardo, San Pedro, Santiago, El Zabal, Santa Margarita, y desde toda La Línea se identifican con nuestra conmemoración.
Por todo ello, yo también he querido que quien hable esta mañana sea mi corazón, porque para hablar de La Línea de la Concepción tengo que empezar a descubrir su salada claridad y el enorme esfuerzo que para el pueblo Linense ha supuesto, a lo largo de años, las barreras de todo tipo que se han tenido que sobrepasar, y que hasta se agudizan en la actualidad. Nuestro pueblo, se ha mantenido cumpliendo con nuestros deberes de ciudadanos y con el trabajo diario bien hecho. Y todo ello, desde esta Línea de Mar y Sal, asomada a la bahía donde siempre brilla el sol, y que nos acerca al aroma de sus brisas marineras y a la sal de las salinas, con mil colores en el cielo, destacando su azul con una gran luminosidad y desde el que esta mañana deseamos festejarte. Por eso, todos los linenses tenemos que sentirnos orgullosos de haber nacido en esta tierra. Pueblo generoso y sacrificado, entre Sierra Carbonera y el Peñón de Gibraltar, que se alumbra con la luz de sus mares, y que fue y sigue siendo cuna de grandes personas: profesionales de la ciencia, de la medicina y de la enseñanza, pintores, músicos, bailarines de danza, ballet y flamenco, deportistas, toreros, futbolistas, cantaores de flamenco y de la copla, actores, militares, comerciantes, etc... Un enorme ramillete de excelentes paisanos de bien, que con tanto orgullo y dedicación han dejado y dejan tan alto el pabellón de su Línea de la Concepción y que es el orgullo de su pueblo. 
Nuestro pueblo ha sido siempre una de las plazas más deseadas por empresarios de diversa índole, para presentar los mejores espectáculos teatrales de todo género, siendo un lugar de estancia habitual de artistas de zarzuela, cantantes de distintos géneros, músicos, toreros, ciclistas, futbolistas, boxeadores, artistas de circo y otros muchos personajes muy importantes de otras muchas actividades, sin olvidar una continua llegada de viajantes comerciales, para surtir nuestro importante comercio. Todos los forasteros que nos visitaban, al asomarse a la Calle Real, quedaban boquiabiertos al contemplar uno de los mejores pueblos de Andalucía.
Corría el año 1727, y nuevamente España pone sitio a Gibraltar, un vano intento de rescatar la añorada Calpe prehistórica de la soberanía inglesa, era el décimo cuarto sitio. Después del Tratado de Sevilla, los españoles, bajo el mando del Conde de Montemar, y tomando ventaja a las fuerzas inactivas delante del peñón, erigen una línea de fortificaciones, desde el Mediterráneo hasta la Bahía, desde el Fuerte de San Felipe hasta la inexpugnable Santa Bárbara. Allá por el año 1810, estos fuertes fueron destruidos.
Aunque completamente derruidas, dichas fortificaciones aún pueden verse en las inmediaciones de nuestra Ciudad Deportiva Municipal. En el campo neutral, que dirían nuestros mayores, se pueden observar algunos vestigios de aquella primitiva Línea. Las piedras de estas fortificaciones inclusive fueron empleadas en la construcción de edificios del propio Gibraltar, caso del antiguo correos y telégrafo.
Entre las ruinas se edificaron algunas viviendas modestas, este pequeño núcleo constituyó lo que se dio en llamar Línea de Gibraltar, formando una sola calle, llamada Real. Y alrededor de esta se fueron construyendo edificios públicos, militares, eclesiásticos y administrativos.
Ante el Excmo. Sr. Ministro de la Gobernación, Consejo de Estado y Diputación, y habiendo oído como el Ayuntamiento de San Roque se oponía a la segregación por distintas razones de la antigua aldea "Línea de Gibraltar", se considera y se tiene en cuenta que el número de sus vecinos, 426, era superior al de varios Ayuntamientos de la provincia y más de 4.000 de la Nación, y que la relación de sus habitantes, que sabían leer y escribir, eran más satisfactorias que muchas localidades, contando con servicios adecuados y justificando que el nuevo distrito podría sufragar sus gastos sin gravar excesivamente a los vecinos. Tal petición solicitada debía ser atendida en justicia, señalándose como término municipal.
"Desde el Cachón nombrado de Jimena, hasta el arroyo del Guadalquitón por la Huerta del Rango formando ángulo a la Pedrera, cuyo territorio comprende aproximadamente media legua de ancho por dos y media de largo".
El 20 de Julio de 1870 se constituyó el Ayuntamiento que, a propuesta de su primer Alcalde, de acuerdo con los concejales nombrados por el gobierno, se le designó el nombre de Línea de La Concepción. Hubo posteriores acuerdos sobre la efectividad de lo acordado en 1872. Y es en 1883, cuando aparece, que las secciones municipales se celebren en La Línea de la Concepción.
Y fue como consecuencia de las fortificaciones militares que bordeaban nuestra costa desde la playa de Levante hasta la de Poniente, cuando se empieza a formar nuestro pueblo, que fue conocido en principio como Línea de Gibraltar o Línea de Contravalación.
Nuestro pueblo ha imprimido huella en la historia, y la continúa imprimiendo. Límite Occidental del mundo antiguo. Los nombres de Calpe y Carteia, nos hablan de épocas de prosperidad en la comarca pudiéndose ver las ruinas de los fuertes que constituían la línea de fortificación para los sitios del Peñón. 
Nuestro término municipal está situado en el extremo Sur de la Península, sin más accidentes geográficos que la Sierra Carbonera, que forma un istmo de tierra hasta la falda del Peñón.
Es el 9 de Septiembre de 1936, por acuerdo municipal, cuando se restablece el nombre de La Línea de La Concepción.
La construcción de los fuertes de San Felipe y Santa Bárbara, habilitó un amplio espacio llano entre las líneas Inglesas y Españolas, que es el espacio que ya hemos referido como neutral.
Los más mayores, aún recordamos lo que se llamaba campo neutral, comprendiendo el territorio donde se ubica nuestro parque, la zona deportiva, las viviendas de San Felipe y Sacra, el Instituto Virgen de la Esperanza e Instituto Tolosa, y Cuartel de la Guardia Civil.
Ya en esa zona neutral, los británicos en 1908 fueron los que levantaron una verja de separación y que comprendía la antigua Línea de Contravalación.
Nuestro término Municipal, llegó a contar con tres torres defensivas, de las que solo quedan dos: Torre Nueva o del Sabát y Torre de Punta Mala. La Torre de Sierra Carbonera, fue derruida por motivos militares en 1966.
También existió otro fuerte, llamado Tunara, por el litoral de Levante.
Tenemos que aspirar a lo mejor para La Línea, a todos nos debe animar el conseguir para nuestra ciudad el lugar que se merece, por tantos sacrificios soportados y por el bienestar y el justo precio que se merecen los linenses, principalmente las clases más desfavorecidas.
La Línea, ha arrastrado desde su fundación una fama que no le corresponde, debido a esa mala imagen que, con tan mala intención, siempre se ha divulgado de nosotros. Como linense, también he aguantado y padecido, como todos, los problemas que nuestro pueblo a lo largo de nuestra corta existencia ha pasado y está pasando, porque, además, estoy seguro de que la correa de los linenses ya no se puede apretar más. He seguido los movimientos sociales y del comercio local en años muy difíciles para La Línea después del cierre de la frontera, cuando aquel celebre Plan de desarrollo y que presidia el General Gobernador Militar. Por eso, estamos obligados a pensar en aquellos hombres y mujeres que allá por los años 1870, se esforzaron para conseguir que esa línea divisoria, donde se agrupaban un puñado de tenaces vecinos, se convirtiera en nuestro pueblo, digno y trabajador, orgullo de nuestros antecesores. 
No perdamos nuestro rumbo y sigamos trabajando todos a una por La Línea, repasemos también, una vez más, lo que nos decía D. Eduardo Gómez de la Mata, cronista oficial de nuestro Ayuntamiento, algo que yo escuché por primera vez hace muchísimos años, y que detallo a continuación:
Sin tradición alguna que te preceda, 
Ni leyendas, encanto de gente anciana,
¿Qué importa el que no fuiste, si ser te queda?
Si del ayer careces, tiene mañana. 
Si abigarrado enjambre de gente extraña,
Te pobló en tus principios, no te avergüences,
¡Que hoy eres ciudad culta de nuestra España
y nos honramos todos con ser linenses!
No podemos echar en saco roto el ejemplo de tantos buenos linenses que nos han precedido, tenemos que seguir trabajando con mucho ahínco por situar a nuestra ciudad en la meta que todos soñamos, así creo, e igualmente tenemos que continuar con nuestra labor para conseguir el definitivo engrandecimiento de La Línea. No dejemos sitio a la apatía, a la falta de colaboración o a la crítica destructiva.
Es de resaltar, la marcha que a tantos pueblos le han dado prosperidad y se encuentran marcados por una constante superación, y además siempre conservando su historia y sus tradiciones con orgullo.
Nuestros festejos datan del 14 de Enero de 1875, por la proclamación de Alfonso XII. Consolidándose nuestra Velada en 1879, la cual, año tras año, ha adquirido merecida fama en el Campo de Gibraltar y en otras muchas poblaciones. Una velada que, por su atractivo, traspasó nuestras fronteras y hasta se llegó a construir un cómodo muelle en el espigón de San Felipe para la venida de visitantes y que incluso se ampliaba con el ferrocarril de Bobadilla a Algeciras, con motivo de nuestra velada y de los toros en La Línea. No podemos olvidar el Huerto de Pedro Vejer, lugar donde nuestra velada se hizo famosa desde el año 1905 hasta 1982. A la que los feriantes llamaban “LA SALVAORA”. Y hablando de recuerdos, como no recordar las calles San Pablo y Clavel, que ofrecían un verdadero hervidero de público camino de la Feria. O el movimiento continuo de los coches de caballos, unos a los toros provistos de sus ricas meriendas, y otros por la noche a degustar las sardinas al espeto en la Atunara.
Es difícil no recordar la caseta de nuestro Ayuntamiento, con su extraordinario armazón de hierro y sus cortinas de lona blanca y azul. También vienen a mi memoria, preciosos murales populares que se pintaban sobre las fachadas de los bares Cimbelero y El Patio. 
La actividad de nuestro coso taurino fue destacada por su alto nivel profesional de figuras del mundo de la tauromaquia. Por él han pasado todos los mejores toreros y los mejores espectáculos cómico-taurinos. Se abrió oficialmente el 20 de Mayo de 1883, y era un atractivo de visitar por los extranjeros que desembarcaban en Gibraltar. 
Nuestra gran cabalgata de feria ha gozado de una gran categoría y su desfile inaugural, se espera con gran simpatía y agrado, ya no solo entre los linenses, sino también para un numeroso público que nos visita y se sienten muy agradable con su desarrollo.
De los actos veraniegos que han dado categoría a La Línea de la Concepción, no podemos olvidar nuestro Trofeo Ciudad de La Línea, que se desarrollaba en el mes de Agosto y llegó a ser clasificado entre los mejores trofeos de España. En este apartado deportivo, como olvidar el fin de etapa que durante muchos años fue La Línea de la Concepción en la Vuelta Ciclista Andalucía. 
Es oportuno destacar, al mencionar festejos y celebraciones, por haber tenido negocio de hostelería, que en esos meses de festejos y de verano la ocupación hotelera de nuestro pueblo era del cien por cien. 
Es digno destacar y recordar a la emisora Radio Juventud de La Línea, que tanto bien hizo en defender el buen nombre de nuestro pueblo. 
También nuestra Semana Santa tiene bien marcada su historia en nuestro pueblo. Personas que nos precedieron y que todavía sus recuerdos desprenden aromas de flores, redobles de tambores y suspiros de cornetas. 
Abundando e insistiendo en la antigüedad de mis aspiraciones que siempre he sentido por La Línea, ya en el año 1979, en la junta que celebró el Centro de Iniciativas y Turismo del Campo de Gibraltar en el salón de pleno de nuestro Ayuntamiento, yo decía, en mi calidad de Concejal de Turismo, que aspirábamos a una ciudad turística y de servicios, reclamando las aperturas de una oficina de turismo, del Burgo y del Mesón, la instalación de un camping municipal, modernización de balnearios e instalaciones playeras, potenciar el Polígono del Conchal, la acometida de infraestructuras básicas y necesarias para el desarrollo del servicio ferroviario, una mejor adaptación del transporte por carretera, el aumento de la competitividad portuaria, etc... Propugnaba una política comarcal turística y, como punto de partida, la defensa de nuestro importante patrimonio comarcal: EL MEDIO AMBIENTE. Y hago referencia de todo esto, porque ahora, el pasado 5 de Mayo del actual año, a los 39 años, en la prensa se recogía que nuestro Ayuntamiento instará la actuación de medidas económicas que faciliten la implantación de empresas en el municipio, en los sectores de turismo, servicios y nuevas tecnologías.
Y siguiendo nuestra cotidiana lucha por subsistir dignamente, ahora nos viene al caso aquel refrán de que no “cabíamos en la casa y pario la abuela”, y me estoy refiriendo a la incertidumbre existente por el Brexit.
Nuestro Alcalde ya ha denunciado la situación crítica por la que atraviesa La Línea ante la incertidumbre del Brexit, y al repetirse la historia y la situación delicada de los trabajadores transfronterizos, La Línea, como no puede ser menos, es la más afectada, echándose de menos las medidas del Gobierno, de La Junta de Andalucía y de los Organismos Oficiales.  
Y así, es La Línea de la Concepción, ciudad vigorosa y sufrida que en todo momento ha sabido sonreír a la adversidad y afrontar los obstáculos que han querido impedirle alcanzar las metas deseadas y ocupar como pueblo el sitio que le corresponde. Hoy yo desde aquí, quiero unirme a la mesa de trabajo por La Línea y contaros que también participé en aquella huelga general linense de 1.979, y que también acudí con otros miembros de la Corporación al Senado, en Madrid, reclamando como siempre la ayuda que a nuestro pueblo corresponde.
Indiscutiblemente que son muchos obstáculos con los que se encuentra nuestro municipio, pero tenemos que seguir borrando de nuestras caras el pesimismo y el cansancio, nuestro pueblo por naturaleza es alegre, en la unión de fuerza tiene que encontrarse la solución a tantos problemas que nos preocupan y hacer restablecer una imagen de confianza, alegría y la superación laboral que todos los linenses se merecen.
Por ello, en estos momentos tenemos que ser realistas y con un enorme espíritu de superación y serenidad, pensar en nuestro futuro, en esta nueva hora que otra vez nos ha tocado vivir, y porque no cabe duda y así ha de ser nuestro incierto futuro, teniendo que ser asumido de una vez, pues ya es hora de ello, por el Gobierno de la Nación, por La Junta de Andalucía y los Entes provinciales.
En este aniversario que estamos conmemorando, pensemos una vez más en nuestra problemática que sigue siendo muy particular y pesada, y sigamos nuevamente trabajando por La Línea. El recorrido sigue siendo difícil, pero seguro que, si contamos con el pueblo Linense, noble, abnegado, trabajador y capaz como el que más, conseguiremos la meta deseada.
A los linenses, pocas promesas más se nos puede hacer, necesitamos realidades y medidas justas, acertadas y de porvenir. Si somos desconfiados, nuestros motivos tenemos, no es por nuestra culpa. Este pueblo ya ha recibido demasiados palos y estamos obligados a darle a la juventud linense unas perspectivas de tranquilidad, confianza y porvenir.
Por supuesto, que ya tenemos derecho a dejar de ser la cenicienta de nuestra comarca. No podemos continuar con el sentimiento de que para nosotros el reloj se quedó parado en La Línea.
De ninguna manera, podemos olvidar y tendremos que seguir reclamando con tesón y con urgencia, el que a La Línea , aún no se le ha reconocido el esfuerzo y el sacrificio que para nuestra población supuso y trajo consigo una política de estado que cortó nuestras alas, como consecuencia del cierre de la verja y todos los perjuicios padecidos, como fue la enorme despoblación sufrida y las pegas administrativas que nos quedaron al depender nuestro pueblo de una zona delimitada militarmente, por una estricta seguridad. Ya en el siglo XIX, para construir una vivienda cerca de la Línea de Contravalación hacía falta la autorización militar.
Hasta la presente, ninguna opción política se ha planteado el querer zanjar con nuestro pueblo la deuda histórica pendiente y las acciones complementarias a desarrollar, que tienen que ser la solución definitiva que esta población espera.
También es muy importante en hacer hincapié en una particularidad que nuestra población asume, al señalar el que La Línea y los linenses tenemos que estar abiertos, a pesar de otras corrientes, porque La Línea y Gibraltar, de siempre, han sido dos pueblos llamados a entenderse, pero entiéndase que el entendimiento ha de ser a un mismo nivel.
Y siguiendo ahondando, en el tiempo que en La Línea venimos reclamando nuestra situación, tengo que decir, que en mi despedida de la corporación, cuando finalicé mi actividad municipal en la sesión del 27 de Junio de 1987, hace 31 años, me dirigí al pleno y entre otras cosas decía: "Estaremos todos de acuerdo que quedan grandes metas que cubrir en La Línea, no podemos olvidar el gran problema del paro, destacando el juvenil, con la lacra social que acarrea, no podemos olvidar tampoco que hay que conseguir una ciudad con una verdadera convivencia en paz y en orden ciudadana".
Ya empiezo a palpar el final de mi trabajo, pero al que me he entregado con mi mejor voluntad, por que preparar esta conmemoración me ha supuesto un gran esfuerzo, pero que considero más que compensado, por la ilusión y el sentimiento en el invertido, y además me ha permitido rellenar estos humildes folios y no cabe duda de que hasta he soñado, siempre soñando en lo mejor para mi Línea. Y a lo largo de las semanas que le he dedicado a su elaboración, he pensado y he caminado mucho y hasta me ha acompañado cantando, como decía el Beni, siempre cantando, lo inmenso que es tu querer. Porque, después de tantos años, con mis alegrías, mis penas y desengaños, he sentido en este canto lo que supone La Línea para mí, y como dice José Manuel Soto: “SON COSITAS QUE LLEVO DENTRO DE MI CORAZÓN”.
Y así, como apareció mi voz he presentado mi charla en esta conmemoración de La Línea, y es como he querido que sonara, como una gran ofrenda en los 148 años de La Línea de la Concepción y con todo cariño para todos los linenses.
Y hasta he sacado un propósito, seguir luchando siempre luchando por La Línea, sin desmayo, hasta que se agoten todas mis fuerzas.
HE DICHO.”
Con un gran aplauso a Castilla Dorado y los acordes del himno de la ciudad “Española y gaditana”, ha finalizado la sesión.
A continuación se ha realizado una foto en la escalera del Museo Cruz Herrera y se ha izado la bandera de la La Línea de la Concepción en la rotonda Carlos III.
En la caseta municipal, el ayuntamiento ha ofrecido una copa a los asistentes.

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